@RISTOMEJIDE RESPONDE A @FRANK_CUESTA #FREYUYEE

Frank publica ayer día 18 de Nov en su facebook

z3

En unas cosas tiene razon y en otras no…pero al menos mira a los ojos con las palabras y eso merece un respeto. http://ristomejide.com/2014/11/18/carta-abierta-al-canalla-de-frank-cuesta/

Pegamos el estracto del texto sacado del enlace de arriba del blog de Risto

Estimado Frank Pirata Canalla Cabronazo,

Vamos a empezar por el final. No, no pienso ir a la selva con cámaras. Ni con las tuyas ni con las mías ni con las de nadie. Hace mucho tiempo que no me dicen cómo tengo que hacer las cosas que me apetece hacer. Si no lo consiguen ni mis clientes, ni mis amigos, ni mis seres queridos, imagínate tú que apenas te conozco. También te digo, si no te apetece venir al Chester, pues mira, me aguanto, lo respeto y sinceramente lo lamento, pero te recomendaría que no escupieses en la mano de aquéllos que te la tienden con la única intención de intentar ayudarte.

No sé si recordarás, te conocí a ti y a tu familia hace ahora algo más de un año, en Tailandia, en un partido de pretemporada del Barça, y me pareciste un tipo honesto, simpático y con cierta tendencia a la autolesión. Pensé que, salvo en lo de simpático, teníamos mucho en común.

Sin embargo, tu respuesta a mi invitación ha transformado una mano tendida para ayudar a Yuyee en un duelo entre machitos para ver quién la tiene más larga. Y sinceramente, ahí no me vas a encontrar. Tú tienes muchísimos más huevos. Tus seguidores y los míos ya pueden dormir tranquilos. Tú la llevas. Te acercas a bichos que no querría ver ni en fotos. Y encima arriesgas tu salud y tu vida para darle a la gente algo tan preciado y tan difícil como la verdad ante una cámara. Te admiro mucho por ello, de verdad. Y ahí sí que nos volvemos a ver. Porque yo me acerco a otro tipo de animales, vale, igual no me arriesgo la vida, aunque a veces sí la salud, pero al final intento conseguir lo mismo, un momento de honestidad que sea capaz de traspasar el objetivo. Para darle a la gente algo tan escaso como una verdad.

Por eso creí el vídeo que vi. Por eso creo tu tesis. Por eso creo que tú crees en la inocencia de Yuyee. Por eso me decidí a intentar ayudarte.

Me da igual si no me crees, pero te aseguro que te invité al programa sin consultarlo con nadie. Era un domingo por la tarde y hasta al productor ejecutivo le pilló por sorpresa. Tienes ahí los teléfonos para comprobarlo. De hecho, en caso de que hubieras dicho que sí, seguramente habría tenido que convencer a más de uno -que libremente podría haberse negado- para que el programa se emitiese. Y lo sabes. Pero me daba igual. Estaba dispuesto.

Hasta que llegó tu respuesta. Gracias por descubrirme que no somos números, sino personas. Por un momento creí que Youtube era una plataforma que pertenece a Google, una compañía cotizada en bolsa que genera multimillonarios ingresos gracias a la publicidad. Era tan ingenuo que hasta pensaba que la diferencia entre colgar un contenido en Youtube y emitirlo en una cadena de televisión era sólo quién se llevaba la pasta. Pero por lo visto parece que no. Que Youtube es un grupo de hippies veganos que lo hacen todo por el bien de la humanidad y sólo pretenden que nos amemos y nos abracemos mientras llenamos sus servidores de vídeos con gatitos en celo. De hecho, en un principio iba a publicar esta carta en mi artículo dominical de El Periódico, pero ¿y si luego van y me pagan por ello? ¿Estaría también haciendo negocio con tu desgracia? Así que me he decidido a publicarlo en mi web.

Perdona también si por un momento creí que esto no iba de demostrarle al mundo que Youtube es menos negocio que una cadena de televisión. Perdona si creí que esto iba de ayudar a Yuyee. De darle la máxima cobertura al drama que está viviendo. De ponerlo delante de los más de 2.700.000 espectadores que nos vieron el pasado domingo. De hacer presión en España para que las autoridades competentes te hagan más caso en tu reivindicación. Y si es el caso, de conseguir sacarla de ahí.

Pero lo que más me entristece de todo este asunto es que hayas insultado a gente que conozco y aprecio. Que hayas dicho públicamente que salvo tres personas, todos en Mediaset son unos canallas y mala gente. Mira, pues tampoco. No soy quién para darte ni consejos ni lecciones, pero soy de los que piensan que en la vida -al igual que en cualquier gran empresa- sólo hay dos tipos de personas: la mala gente y los torpes. Los que van a mala fe, y los que simplemente se equivocan. Y te aseguro que dentro de la misma Mediaset a la que tú insultas, ha habido gente que ha creído en mí y me ha apoyado cuando no tenía ningún motivo económico ni de audiencias para hacerlo. Una gran equivocación, pensarán muchos. Por eso Mediaset ha sido mi casa durante más de ocho años. Por eso y porque siempre me han dejado decir lo que me diese la gana con total libertad. Pero eso es mi experiencia. No la tuya. Está claro.

Yo puede ser que sea muy pero que muy torpe al haberte invitado al Chester. Puede que tú te hayas equivocado canalizando hacia otros tu rabia y tu impotencia, por la noble causa de intentar ayudar a Yuyee. Puede que incluso esta carta sea la peor idea del mundo. Pero mira, ya me da igual. A punto de cumplir los cuarenta y con un hijo pululando por el mundo, sigo pensando que lo más importante de todo este asunto es que, aparte de machadas propias de gallitos de pelea, aquí sigues y seguirás teniendo a un padre dispuesto a ayudar a la madre de tus hijos, cuando lo consideres necesario. He recibido un mensaje con tu teléfono, ahora mismo te envío el mío para lo que quieras.

Ah, y ahórrate mi billete a Tailandia, que te iba a costar una pasta -o es que te piensas que iba a volar en turista- e inviértelo en un buen abogado.

Es mi último consejo de hoy, otro más que no me has pedido.

Un fuerte abrazo.

Y un beso a tu familia.

Se me olvidaba, #FREEYUYEE.

 

 

Deja un comentario